Anoche soñé que yo te perdía
y mi corazón dejaba de latir,
el mundo oscuro se me volvía
y me quedaba sin ganas de vivir.
Desperté así de sudor cubierto,
temblando quedaba de emoción,
al ver que ya estaba despierto
y que era todo una ilusión.
Cuando el temor se desvanece,
y yo quedo tranquilo y sereno,
mi alma vuela y se engrandece.
Eres mi vida y me haces pleno,
y en mí la duda desaparece,
si para tus ojos parezco bueno.
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