jueves, 13 de febrero de 2014

¡Qué locura!

Raquel sube en el ascensor mirando cómo el dígito del piso se va incrementando en el panel, 1, 2, 3… en su mente se van formando escenas de los últimos días, 4, 5… su corazón, agotado, tiembla, se encoge y la angustia, llega el 6 y ascensor y corazón se paran, se abren las puertas y mira el estrecho pasillo que parece infinito y la puerta de destino inalcanzable, sus piernas, guiadas por espíritu propio, la conducen hasta el umbral de la puerta, saca la llave del bolso y penetra en el apartamento.

En la amplia estancia del salón, sentado en un sillón, leyendo, se encuentra Roberto, que levanta la mirada y, al verla, dibuja en su rostro una dulce sonrisa, diciendo, mientras cierra el libro y se incorpora –Hola mi amor.

Raquel introduce la mano en su bolso y, lentamente, extrae una pistola, con la que apunta al pecho de Roberto. Cuando el primer disparo se produce, impactando en su corazón, Roberto aún no ha percibido lo que está ocurriendo y se le escapa la vida con el sentir de ver a la persona amada, la sucesión de disparos es rápida y no para hasta que el cargador queda vacío, cuando el cuerpo de Roberto yace ya inerte en el suelo. Ella se acerca y arrodilla a su lado cogiendo la cabeza entre las manos y dándole un beso en los labios, mientras de los ojos brotan lágrimas que se funden con la sangre de él.

Después ocupa el sillón mientras llama a la policía. Cuando llegan ella tiene apoyada la barbilla en sus manos entrelazadas y sigue en estado de shock, incapaz de articular palabra. La interrogan por lo sucedido y cuando consigue hablar es sólo para contestar a la insistente pregunta del porqué de su acción con –Me quería demasiado, ya no podía soportar tanto amor. Cierra los ojos y sólo ve la cara de felicidad de Roberto en el momento de morir.

Pasa un minuto o una eternidad y cuando abre los ojos se encuentra en una cama, está mirando al techo, inmóvil, vacía… gira lentamente la cabeza y ve a Roberto echado a su lado, plácidamente dormido. Se aproxima a él y le abraza suavemente, siente su calor y siente su amor… y se dice… ¡qué locuras se sueñan cuando se está enamorado!


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