viernes, 28 de febrero de 2014

Mirada de amor

Cuando, en la mañana, mi amor despierta, con esa placidez que su cara refleja, me acerco a ella y le digo, con voz tenue –Doy gracias al universo y al caos porque estés a mi lado, por sentirme así, por adorarte… Me haces muy feliz. Entonces, su rostro se ilumina con una sonrisa mientras abre los ojos y su mirada me habla de amor. Nos besamos con ternura y me siento transportado en el tiempo y el espacio hacia un paraíso de luz y de color.

A cualquier hora del día, cuando nuestras miradas se encuentran, con la profundidad que da mirar a unos ojos que te hablan de amor, nos volvemos a besar, como si no existiera el ahora o el mañana, sólo existe el otro, la entrega y el sentir, y sientes que nada más importa. Su alma, su corazón, todo su ser, es cariño y pasión.

Cuando el sueño empieza a vencernos y mis manos recorren, como una pluma, las suyas, la beso con entrega y la digo, mientras acaricio su rostro –Gracias mi amor por otro maravilloso día a tu lado, gracias por permitirme compartir la vida contigo, si mi corazón fuera la Luna siempre estaría llena y giraría como un satélite alrededor del tuyo.

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