lunes, 23 de diciembre de 2013

Tu ausencia

Amor ¡cuánto te echo de menos!, te quiero más que a la vida, lo eres todo para mí. Desde el mismo instante en el que te conocí supe que serías mi amor eterno, mi corazón y mi alma supieron que no había nadie más en el mundo que pudiera hacerlos sentir de esa manera, cada mirada, todas tus sonrisas, el tacto de tus manos, el olor de tu cuerpo… eran mi sustento, la realidad misma se detenía ante tu más ligera ausencia, sólo la ilusión de tu regreso mantenía mi corazón latiendo.

Ahora ya no estás, aunque, quizás por locura, sigo sintiendo tu presencia, como si estuvieras a mi lado, casi podría tocarte sólo con el anhelo de desearte tanto.

Todo a mi alrededor es confuso, las sensaciones son extrañas, las emociones de una intensidad que nunca hubiera imaginado, no veo con los ojos pero todo es nítido, la plenitud que siento sólo es empañada por no compartirla contigo.

Sé que algún día te volveré a encontrar, no sé dónde ni cuándo, pero lo que sí sé es que, hasta que eso ocurra, te amaré con la misma intensidad siempre. Te amo mi cielo.

–Doctor ¿siente algo mi marido?

–No, lo lamento, su marido está en coma irreversible

–¿Y qué debo hacer?

–Sólo le queda darnos permiso para desconectarle y así evitarse más sufrimiento

–Hágalo entonces
 

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