miércoles, 6 de mayo de 2015

Y lo demás... en el olvido

Una papelera quemada
para las emociones usadas,
un armario en el vestidor
para los recuerdos desvaídos
un gran baúl en el trastero
para los deseos incumplidos.


A diario, saborea su amor,
sus dulces besos encendidos,
sus miradas de puro deseo
y lo demás… en el olvido.


La calle, tétrica y oscura,
al alba quedará iluminada
y hasta la maldad, casi pura,
que hiere al corazón aún dormido,
con bondad será desarmada,
sintiéndose, por siempre, querido.


A diario, saborea su amor,
sus dulces besos encendidos,
sus miradas de puro deseo
y lo demás… en el olvido.

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