lunes, 18 de mayo de 2015

Que no pare el amor

Hay amores que van por otros derroteros que los que recita el poeta o los agoreros; hay amores cansinos de los que dicen ven y que luego tan mal te tratan, para volverte a decir que eres su amor y que, ahora sí, tendrá tino; hay amores fugaces, como una estrella en la noche, que duran un suspiro y que antes de que los atenaces se van como un tiro; hay amores eternos que duran hasta el invierno, pero que, si llegan al verano, se convierten en un infierno y ya ni te dan la mano; hay amores secretos de los que nadie se entera porque son discretos, ya que si se supiera les pone en un aprieto; hay amores golosos, de miradas tiernas y palabras suaves, tan cariñosos que casi dan grima porque parece de pantomima; hay amores tormentosos, sofocantes, esplendorosos y delirantes; y por haber, hay amores pasionales que destrozan el mobiliario como si fueran bacanales; también los hay prohibidos, otros con trampa y hasta los hay verdaderos; por tener, se tienen amores rotos, lejanos o perdidos y ¡ay, de aquel no correspondido! o el que se quedó en platónico o fue un escaparate... Todos tuvimos uno de cada, sino en esta vida sería en la pasada o quizás en nuestros sueños o en nuestras pesadillas.

Después de todo, habrá que decir ¡que no pare el amor! que, aunque sea pobre, tenue o ligero, es nuestro motor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario