lunes, 12 de mayo de 2014

Desde el tejado

Veo desde el tejado la noche desaparecer, entumecido por el frio y quebrado por la ausencia. La recuerdo perdida, vencida y atormentada, con la culpa por bandera y en el pecho la agonía del que confiesa su pecado y no recibe absolución.

Los primeros rayos de sol calientan y no es mi piel la que responde, parece mi corazón, helado por el despecho y la decepción, que se derrite por la emoción, al recordar los momentos vividos de amor y de pasión.

La buscaré, como quién busca un recuerdo, la viviré como quién vive de emoción y la sonreiré como quién sonríe tras un momento de aflicción.

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