martes, 15 de septiembre de 2015

Siento una profunda tristeza

Siento una profunda tristeza, y no es por ti, que me ahoga el alma y no me deja dormir.

Os estimo, os admiro u os quiero, o las tres a la vez. Leo lo que escribes, lo que compartes o lo que te gusta. Río con tus chistes, me ilusiono con tu felicidad, admiro tu belleza y sonrío, feliz, con tu bienestar.

Tú, o quizás tú, o tal vez tú, has compartido el comentario de “Un niño marroquí le pregunta a su madre cuál es la diferencia entre Democracia y Racismo…” y por un momento ya no te admiro, ni me ilusiono, ni río, ni sonrío… 


Siento una profunda tristeza, y no es por ti, que me ahoga el alma y no me deja dormir.

Anoche fue un constante duermevela: cruzando un desierto, escalando una valla con concertinas, remando en un bote hinchable, ahogándome en una bodega de carga, cruzando una frontera tras otra…

Y te leo a ti, o quizás a ti, o tal vez a ti, cuando has puesto la foto con “Es inadmisible que se acojan refugiados pagándoles 400€…“ y, una y otra vez, me pregunto: cómo ha calado en ti este mensaje, qué velo ha enturbiado la visión de tu corazón, cuál es la verdad que trata de ocultar tu alma, dónde me he equivocado para no ver o no sentir lo que ves o sientes tú.

Siento una profunda tristeza, y no es por ti, que me ahoga el alma y no me deja dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario