viernes, 19 de febrero de 2016

El Grado Supremo

Hoy, como venía ocurriendo en esta misma fecha desde hacía dos décadas, era un gran día en la sede de Madrid de la Universidad Europea Unificada. Una nueva hornada de los que llegarían a ser líderes mundiales recibirían sus diplomas. El Rector recuerda, mientras se llena el auditorio, cómo a principios del siglo XXI la Gran Crisis Financiera se llevó por delante el estado de bienestar imperante en las economías occidentales y cómo el poder político quedó totalmente sojuzgado al poder financiero, pasando éste a controlar el mundo, directamente y sin subterfugios, como sí hicieron en el pasado. Desde ese instante las decisiones se tomaban sin importar las personas, los pueblos o las naciones, sólo importaban los resultados de las grandes corporaciones financieras. En el paroxismo del neoliberalcapitalismo la vida humana dejó de tener valor alguno, el bien social desapareció, las ONG,s dejaron de tener sentido, no había voluntarios para nada, cada uno cuidaba de él y sus seres queridos con uñas y dientes, con jornadas laborales de 18 horas, tan solo para recibir un salario mínimo de subsistencia.

En los años siguientes, la desafección de los pueblos por los partidos políticos y sus líderes fue total, ya que eran simples marionetas, las decisiones se tomaban en las corporaciones. En las elecciones la abstención alcanzaba el 95% año tras año, tras lo cual partidos políticos y sindicatos comenzaron a desaparecer, nadie quería participar en ellos y ser considerado un paria o un marginado de la sociedad. Se modificaron las leyes electorales y los representantes nacionales eran elegidos en los consejos de las corporaciones.

Los años de poder absoluto de las corporaciones constituyeron la época más negra para la humanidad, la población mundial se redujo drásticamente como consecuencia del fallecimiento de millones de seres humanos por la falta de alimentos, mientras las élites acumulaban recursos y riquezas.

Pero cuando parecía que estaba todo perdido para la humanidad, y los miembros de las corporaciones consideraban que habían conseguido el objetivo de controlar a la práctica totalidad de los seres humanos, un grupo de intelectuales europeos decidió que había que hacer algo y devolver a los pueblos la ilusión y la formación intelectual necesaria para que la humanidad se encaminara hacia un futuro más prometedor. Tras múltiples reuniones en la que se analizaron todos los factores sociales, políticos y económicos, decidieron crear la Universidad Europea Unificada y dedicar sus vidas a la formación de las nuevas generaciones.

A la mente del Rector acudieron los recuerdos de los primeros años. Primero actuaron en la clandestinidad, fueron momentos muy difíciles en los que muchos fueron detenidos por subversivos y tuvieron que soportar una intensa campaña de desprestigio a través de la totalidad de los medios de comunicación que eran controlados por las corporaciones. La formación en libertad se facilitaba en aulas improvisadas y para muy pocos alumnos.

El Rector sonreía cuando recordaba como poco a poco el movimiento de los intelectuales fue creciendo manera imperceptible, sin hacer ruido. Lo que empezó con una docena de profesores y unas pocas decenas de alumnos en tres universidades europeas, enseguida se convirtió en un fenómeno imparable que las élites no se atrevieron a disolver. En ese mismo momento se logró la legalización de la Universidad Europea Unificada y se crearon diversos grados de todo tipo con nuevos y complejos planes de estudio, en los que se aunaban conocimientos técnicos y humanísticos, dando una formación equilibrada y enfocada al beneficio de los ciudadanos para un nuevo devenir para la humanidad.

De estos grados, la mayoría en realidad dobles y triples grados, uno se convirtió por su excelencia en el Grado Supremo. Este Grado empezó a ser estudiado por las mentes más brillantes europeas, de tal forma para acceder a él se requería pasar por las pruebas más exigentes en las que, además del coeficiente intelectual, se evaluaban otras aptitudes tales como la conciencia social, la generosidad, la empatía o la resiliencia. El Grado Supremo era un compendio multidisciplinar de los antiguos de Sociología, Ciencias Políticas, Publicidad, Economía y Filosofía.

En un par de lustros los graduados alcanzaron tal prestigio que a las élites no les quedó más remedio que integrarlos en los órganos de decisión de las grandes corporaciones… y ese fue su gran error.

Una vez infiltrados y puesto que su superioridad intelectual respecto de los directivos de las corporaciones era evidente, los graduados empezaron a tomar el control. Primero, poco a poco, adoptando medidas no represivas dirigidas a la mejora de la productividad de las corporaciones, cambiando los enfoques de gestión para hacerlas más participativas por parte de los empleados. Finalmente lograron despojar a las antiguas élites el poder. En este momento empezaron a aplicar el Plan: diseñaron grandes campañas publicitarias, creando en la sociedad la necesidad y el ansia por la formación integral de sus hijos.

Poco a poco y ciudad tras ciudad europea, se fueron abriendo nuevas sedes de la Universidad Europea Unificada, por lo que cada año aumentaba el número de personas con una gran formación, primero centenares, luego miles, hasta llegar a la actualidad, donde, anualmente, cientos de miles de nuevos alumnos cursaban estudios en la Universidad Europea Unificada.

Inicialmente se trató de un movimiento europeo, pero enseguida el modelo se empezó a exportar con éxito a toda América, tanto norte como sur y, después, a Asia y Oceanía, para terminar en África, donde ya se estaban consiguiendo objetivos tangibles.

La era del conocimiento se había iniciado para la humanidad, por primera vez, desde los inicios de la evolución, la especie humana estaba en paz, no había conflictos, ni guerras, todo el mundo tenía el mismo objetivo, que la humanidad alcanzara su plenitud y se pudiera extender por la galaxia. Ya había planes en marcha para la colonización de todos los planetas rocosos y se estaban dando los primeros pasos para el viaje interestelar.

Las campañas publicitarias para conseguir todos estos objetivos fueron diseñadas de forma magistral por las diversas promociones salidas de la Universidad Europea Unificada y los consejos de administración de las grandes corporaciones se nutrieron con estas mentes tan brillantes y bien formadas, para las que el bien supremo era el bien de la humanidad.

Los pueblos sentían que estaban bien dirigidos, participando activamente en cuantos planes se les proponía, mediante campañas a nivel mundial, para la mejora del bienestar general de la humanidad.

Hoy, más que mediado el siglo XXI, erradicado el analfabetismo, la mayoría de las enfermedades, el hambre, las guerras… la humanidad se dirige con paso firme y unitario, como nunca antes había ocurrido, hacia un futuro prometedor.

Con los ojos iluminados por todos estos recuerdos, el Rector inicia el discurso de la fiesta de entrega de diplomas del Grado Supremo en la sede de Madrid de la Universidad Europea Unificada:

- Estimados alumnos, en este momento en el que la humanidad ha entendido que la principal virtud es el conocimiento, es para mí un gran placer…

 
Por:
Enrique Cortés Alcalá y
Roke Gómez Sánchez
 
 

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