jueves, 24 de julio de 2014

Eres Dulcinea

Equivocada estás si lo piensas,
que mi locura es por caballería,
yo te digo ¡no!, es una avería
por tener emociones intensas.

Desde que te vi todo es más claro,
eres, ¡sí!, la mujer de mi sueño
y por el mundo vago risueño
porque con mis ojos amor declaro.

Nada, si vivo, me podrá detener,
montado a lomos de Rocinante
o en cualquier coche alucinante,
si tu amor yo consigo obtener.

Eres Dulcinea por mi locura,
yo seré tu caballero andante
y lucharé con cualquier gigante
para poder conquistar tu ternura.

Del Toboso, ni en locura, serás.
El Guadalquivir grita ¡sevillana!,
de mí, hija pródiga y lejana.
Y, al recordar tu tierra, ¡llorarás!

Tu llanto conmueve a mi corazón
y eso me provoca tal espanto
que a Sevilla molinos trasplanto
o, sin más, allí recupero la razón.

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