martes, 1 de julio de 2014

Futuro divino

Cuando te conocí eras éter,
quizás quimera o puede que sueño.
Nunca nada lo tuve más claro
que eras… ¡mi destino!

Cuando llamaste a mi puerta
te pensé y miré con empeño.
Eras para mí un gran tesoro,
por ti… ¡me obstino!

Cuando tus labios me besaron,
me quedé absorto y risueño,
todo alrededor daba vueltas,
ya eras… ¡mi remolino!

Desde entonces te disfruto,
todo me parece de ensueño.
Eres el más plácido presente
y eres… ¡futuro divino!

No hay comentarios:

Publicar un comentario